lunes, 16 de mayo de 2011

Una sonrisa por favor.

Hay que ver lo cariñoso que se vuelve todo el mundo con la primavera . ¿ O no es la primavera ? . Ayer estaba yo en el mercado dándole a la dieta mediterránea y llega el tendero y le dice a la mujer que tenía el turno , “ Qué te pongo cariño?”, “ un kilo de calabacín por favor “ . La señora , iba con una niña que la miró extrañada y le dijo “mamá , te ha llamado cariño “, a ver cómo le explica ahora que no le conoce de nada , que me imaginaba yo la situación en su casa , “ Papá , un señor con un pepino muy grande en la mano , le ha llamado cariño a mamá “ , y bueno , el padre con la cena atragantada y la madre poco más o menos también.
Y es que somos de lo más amorosos , que me ve mi peluquero y me dice ,” ¿ cuando vienes a verme cielo ?” , esto , al lado de mi casa , con la vecina del octavo entrando en el portal pensando “ mira esta golfa , liada con el peluquero “, y yo pensando que mi pelo aun no está tan mal, que aunque lo tenga ya de dos colores puedo esperar un poquito . Pero es que luego voy al quiosco a comprarme una revista y allí está mi vecina del 8º , que me pregunta por mi peluquero, porque dice que no conoce ninguno en el barrio , que qué tal es me dice , y le cuento , que tanto él como su hermana trabajan muy bien ( y yo espero que las dos hablemos de su destreza con la tijera , porque si no pensará que soy una pervertida ) , y entonces interrumpe el kiosquero , “ cariño, que querías ?” , y ya me empiezo a cansar de tanto cariño , cielo y tesoro , que hay que ver lo que me quieren en este barrio . Pues nada , que me voy con mi revista a casa y me para un chaval de unos 20 años y me dice “ Señora , me puede decir la hora ? ” . ¿ Cómo que señora ? , a que le doy un revistazo a este , “ ¡ que no soy tan mayor chaval ¡” . Con lo bonito que habría quedado “cielo , ¿ tienes hora ?”.
Bueno, pero no nos vamos a quejar de tantos amores , que luego está el lado opuesto , cuando vas a comprar y ni te miran , no saben si atienden a una persona o al gato con botas que pasaba por allí , o el que levanta la barbilla sin decir ni pio , aunque deja entreoír “ qué ” y parece que te perdona la vida , o ese que tiene el ceño fruncido permanentemente y cara de pocos amigos , que cuando le ves lo único que se te ocurre pensar es “pobrecito , seguro que es muy infeliz ¡ “ y es que la cara , es el espejo del alma, ya lo dicen los sabios refranes .
Por eso , cada día intento ser un poquito más simpática y agradable con todo el que me encuentro por ahí , no vayan a pensar cuando me ven que soy infeliz , casi que prefiero que me tomen por la flipada del barrio . Pero vamos , que entre los amores de unos , y las borderías de otros siempre hay un punto medio , un estupendo punto medio , el de la simpatía y la educación.
El otro día comí en el restaurante de una cadena de comida rápida , me atendió una chica que no perdió la sonrisa en ningún momento , además una sonrisa sincera .Yo no sé si sería su mejor día , si sirviendo mesas se sentirá super realizada , si en la mesa de al lado acababa de conocer al amor de su vida , o si tal vez esa mañana le había tocado la lotería y era su último día de trabajo . Desde luego daba la impresión de que le habían sucedido todas a la vez porque parecía la mujer más feliz del mundo haciendo lo que estaba haciendo . A mí me encantan ese tipo de personas , y cuando las veo pienso , “ yo quiero ser así “.
Así que practico a diario la sonrisa , que es algo muy sencillo y que hace que me parezca un poco más a ellas . Y eso me valdría con todo el mundo , no hace falta que me llamen amor, ni cariño , ni cielo , que me basta con un hola y una sonrisa sincera , pero vamos , que si tengo que elegir entre los antipáticos perdonavidas y los amorosos , prefiero tener un barrio empalagosamente cariñoso .

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