miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tener hijos es...



Conversación con Ratoncita :

-Mamá, cuando sea mayor ¿Tengo que ser una mamá?
-No, no hace falta.
-Pero, si ya soy mayor como tú, ¿Tengo que tener niños?
-No cariño, tendrás niños si tú quieres ( ándate con ojo, ya hablaremos del tema)
-Es que yo no quiero tener niños.
-Vale, pues nada, y ¿Porqué?
-Es que no quiero tener que limpiarles el culo ni quitarles los mocos.
-Ah, pues vale ( es muuuuuuy escrupulosa, para todo)
-¿A ti te gusta limpiarme el culo?
-Hombre, pues no es de las cosas que más me gusta hacer. No, la verdad es que no me gusta.
-¿Y porqué tuviste niños?

Bueno, creo que no me contaron que tendría que responder preguntas difíciles, ni que dejaría de dormir como un lirón, ni que me faltaría tiempo para leer, arreglarme las uñas, ver la tele o hacer cualquier chorrada que me apetezca. Tampoco me dijeron que sufriría con dolores que no son míos, o con heridas que no me hago, ni que todo sería una comedura de coco a partir de ese momento, si este cole es bueno, si es buena esa compañía, si crece demasiado deprisa, si lo hace demasiado despacio, si está flaca, si está gorda, si llora por nada, si parece insensible, si es muy tímida, si habla con cualquiera, si yo soy muy dura, o demasiado blanda, si las educo así o lo hago asao...No me contaron que tendría que soportar gritos y llantos hasta el límite de mi paciencia, ni que las pataletas son un destrozanervios, sólo me dijeron: ¡Te cambia la vida! y yo pensé, bueno, eso no es tan malo, está cambiando continuamente, pero entiendes ese cambio como una trasformación, y no, es que realmente es un cambio, pero de trueque, tú tenías una vida, y de repente , vives otra diferente, como en otra realidad, hasta con diferentes personas. Tus padres dejan de ser tus padres, ahora son sólo abuelos, llamas a la puerta de su casa y resulta que no te ven, se abalanzan directamente sobre la criatura, no te besan, ni te saludan, ni te ayudan con las maletas, eres invisible. Tus amigos desaparecen porque eres un autentico coñazo que ya sólo sabe hablar del número de veces que ha comido por la noche, de lo blandas y verdes que son las cacas y de los cólicos que tiene y que no sabes como apaciguar. La persona con la que compartías lecho, ilusiones, planes..., esa ha pasado a ser un zombi que camina por la casa como tal. No habla porque no es capaz de articular frases coherentes, las pocas neuronas despiertas que le quedaban las ha agotado en el trabajo y lo que te llega a ti a casa es un autómata. Tú no te reconoces en el espejo, estás gorda, con las carnes bailando, antes te arreglabas pero ahora no tienes tiempo y el pelo se te acumula arriba, abajo y a los lados. Eras alegre y risueña y ahora lloras sin motivo, o ríes como una loca, ¿Quien es esta que ha venido a mi casa?
¿Tu casa?¡JA!, tu casa tampoco es tu casa. Has tenido que quitar el despacho, meter tus libros en cajas, donde antes había un ordenador ahora has puesto una colchoneta con una cestilla llena de pañales y cremas para el culo, un Winie de Pooh donde antes tenias el faro de Alejandría y las estanterías están llenas de peluches y cajitas rosas.
En la cocina todo está lleno de aparatos que antes nunca habías visto, esterilizador, sacaleches, calientabibes, tetinas de todos los tamaños...
Piensas que te han teletrasportado, pero no, es que nadie te contó la verdad, solo te dijeron que te cambia la vida, ya,ya,¡Pero es que es literal espabilado! Te la cambian de verdad.

Y ¿qué le contesto yo ahora a esta criatura?


-Yo quería tener una cosita tan bonita como tú(y puedo ser más merengosa todavía si quiero)


Y entonces pone carita de mimosa para que la achuche, y yo la achucho y la beso y requetebeso, pero algún día leerá esto y pensará si lo de limpiar culos y mocos es para tanto, y quizás yo me quede sin tener nietos. Podré pasear por la playa con mis chichas caídas y mi melena blanca al viento, sin preocuparme de recoger niños del cole o de hacer meriendas o de llevarlos al parque. O no, tal vez la invada el instinto maternal, ése tan poderoso que no te deja entender que es verdad lo que cuento, ése que de repente aparece y te dice que venga, que es el momento, y que no importa que se ponga todo patas arriba porque realmente lo quieres así. Si esto ocurre, que no me diga que no le avisé.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Mañana es nuevo.




¡No me grites!
¡He dicho que no me grites, y como vuelvas a tocarme me marcho. No se te ocurra tocarme un pelo porque voy a la policía y te denuncio!
Esto era lo que cada noche gritaba la mente de Estela a su marido. Todas ellas, mientras le preparaba la cena se decía a sí misma una y mil frases para plantar cara a ese hombre con el que se había casado y que ya no conocía. Sin embargo luego, en el momento en el que oía que el ascensor se detenía en su descansillo, en ese preciso instante sentía como la sangre se acumulaba en sus sienes, sentía calor, y se le paralizaban los sentidos. Ya no era capaz de articular palabra, ni veía nada, sólo sus zapatillas y el parqué ya rayado de su casa. No se atrevía a mirarle por si esa mirada no era la correcta, no decía más que un hola muy bajito, por si la entonación no era la adecuada. Lo había aprendido hacía ya 10 años, al volver de una cena de trabajo a la que ella había tenido que acompañarle. Era la primera cena a la que la llevaba y quería estar guapa, quería que los compañeros de su marido vieran que tenía una mujer guapa, inteligente y con sentido del humor así que se puso el vestido más bonito que tenía, se maquilló y fue dispuesta a hablar con todo el mundo. Estela consiguió su propósito, estuvo encantadora, habló de todo y hasta contó chistes, estaba feliz y su marido también lo estaría, siempre le estaba diciendo que era una sosa, insulsa y sin estilo. Hoy había demostrado que no era así, que sabía estar a la altura.
De camino a casa él no habló, ni si quiera la miraba, y ella estaba deseando un gesto o una palabra diciendo lo maravillosa que era y la suerte que tenía de tenerla a su lado. Al entrar en casa ella fue a decirle lo bien que se lo había pasado pero no le dio tiempo, la bofetada le arrancó un pendiente y el vestido se le mancho de sangre, no sabía de donde venía, le pitaba el oído y estaba mareada, cayó de rodillas al suelo y comenzó a llorar, no sabe las horas que pasó así, muchas, demasiadas. El sin decir nada se fue a la cocina a prepararse un vaso de leche, se puso el pijama y se metió en la cama.
Aquella vez fue la primera, y la que más le dolió, la que siempre recordaba con todo detalle, todas las demás las tenía confusas, no sabía si la patada se la había dado por derramar la leche o por pintarse los labios, si el puñetazo en el ojo fue por hablar con el vecino o por dar limosna en la iglesia sin su permiso, ya no conseguía recordar los motivos, ni conseguía recordar las mentiras que había dicho para excusarle, y para tapar su vergüenza, porque le daba vergüenza, de todo, de que fuera verdad todo lo que él la llamaba, o de que no lo fuera y ella estuviera aguantando aquello, vergüenza de no tener valor, vergüenza de no haberse dado cuenta antes del tipo de persona que era, vergüenza de no haberle dejado la primera vez.
Cuando su marido se sentó en la mesa le puso la cena. Mientras él comía ella le miraba. Le daba asco aquella fachada, tan educado siempre, tan encantador con todo el mundo, servicial , trabajador, un mentiroso, una falsa apariencia perfecta. Al mismo tiempo que las nauseas y las ganas de vomitar la invadían se encendió una luz. De repente vio todo con más claridad,no era suya la vergüenza que sentía, era una vergüenza ajena, por ese marido mediocre, inseguro y frustrado que tenía delante, un hombre que no tenía sentimientos de amor, no sabía expresarlos, que era celoso y controlador, que tan pronto lloraba pidiendo perdón como le daba una patada en el alma. La vergüenza tenía que sentirla él por ser así, por no saber amar, por ser capaz de hacer eso con la persona que había elegido para pasar su vida.
De repente lo vio todo tan claro que fue a por su bolso. Tenía que ir a la farmacia a comprar aspirinas, no cogió ni su abrigo, le dedicó una última mirada de despedida, por todos los años de lagrimas y miedo, por todos los años de amor que no fueron, por todo el sufrimiento que tuvo y las sonrisas perdidas en el camino, por todo lo que soñó que sería y nunca fue.
Salió por la puerta y dejó atrás lo que nunca tenía que haber vivido.
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25 de Noviembre, Día Internacional contra la violencia de Género.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Sutiles diferencias.


El año pasado quedaba con unas amigas todos los viernes para jugar al pádel. Este sábado viendo jugar un partido de baloncesto infantil, me acorde de nuestros partidos de pádel.
No por lo infantil, ni por el parecido del pádel y el baloncesto, más que nada por el despiste tremendo que tenían las niñas, que tan pronto se miraban las uñas como se enroscaban el pelo en un dedo o andaban de cháchara las unas con las otras.
Nuestros partidos eran de risa, súper divertidos. Las chicas ponen esa excusa, la de vamos a hacer un poquito de ejercicio, pero ya de paso, y como buenas mujeres capaces de hacer varias cosas al mismo tiempo, charlamos un poquito sobre todo en general.
Ellos se lo toman más en serio, van a jugar al pádel pero para barrer al contrario, hay que machacarles, humillarles, destrozarles, si de paso quitamos la barriguita cervecera mejor, pero eso es lo de menos. Gritan al estilo Nadal para dar más profesionalidad al tema y si tienen que empotrarse contra la pared para llegar a una pelota se empotran. LLegan con sus bolsas guays para media docena de raquetas y 45 pelotas, y para ver quien saca lanzan una moneda, que el saque es de vital importancia. Calientan, estiran, se concentran y a jugar.
-Uah!
-Yaaaaaah!
-15
-Aaaaahhhhhh!
-Yaaaaaaaaah. Joder, mecaguenlalessheeee !
-30/0.
-uahhhhhhajjjjjaaaaaa!
-30/15
-Uhaaaaaaaaaaaaa. Hostia, la puta que lo parió .
-15/40
-Ahhhhaaajjjjjjjj!
-Juego.
-¿Qué cojones te pasa, hostia?¡Que no estamos a lo que tenemos que estar mecaguenlalessheeee ! ¡Espabila!

Nosotras vamos a disfrutar. Las contrarias no son enemigas, no tenemos que barrer a nadie. Nos saludamos, con besos si hace mucho que no quedamos, charlamos un ratito de las ultimas novedades ,de como va el curro, de los niños, de lo bien que te sienta ese corte de pelo...y después de este calentamiento, a jugar.

Lo primero es lo primero:
-¿Quien saca?
-Vosotras venga, que más da.
Y empieza el juego.
-Estuve ayer en zara. Me compré unos pantalones.Nuestra.
-Saco.
-¿Cómo son los pantalones?
-Negros.Fuera.
-¿Negros con cremalleras?
-¿Como vamos?
-No sé,¿ quién está llevando la cuenta?
-Yo no.
-Yo tampoco.
-Venga empezamos.
-Vale.
-Sacad.
-Vale.Va.
-Yo tuve ayer dermatólogo.
-Ah,¿ Y qué tal?,
-No entró. Sacas tú.
-Pasadme pelotas, no tengo.
-Todo bien. Revisión de aquí a un año.
-¿Cómo vamos?.
-Treinta iguales. ¿Cuando salimos a cenar?
-Me voy el fin de semana que viene,¿Que tal dentro de dos semanas?
-Yo no puedo, tengo comida familiar en el pueblo.
-Fuera. ¿Y un jueves?
-Venga, el jueves que viene.¿Podemos todas?
-40 iguales. Genial. Entonces el jueves.
- Juego
-¿Juego?,¡si hombre! si no nos ha dado tiempo.
-Sí, juego.
-Vale.
-¿Nos vamos a tomar una cañitas?
-Venga.
Y es que el deporte es saludable a tope, hagas lo que hagas, desestresa un montón.

martes, 22 de noviembre de 2011

El trono




Cuando yo en mi casa digo que voy un ratito a sentarme en el trono, ya saben todos adonde voy. A cagar.
Sí, ya sé que esto suena fatal, vulgar y soez, colegios de niños bien y años de estudios para terminar hablando así. Podría decir que voy a evacuar el vientre pero no me sale, y lo de hacer deposiciones se lo dejamos a la enfermera en el centro de salud, aquí como que no.¿ Alguien se iba a creer que hablo así? No, seguro,y lo de hacer popo, tampoco me va mucho. Vale, reconozco que en voz alta no digo: ¡Me voy a cagar!, que tengo criaturas a las que educar (y no me pega nada, a pesar del post soy muy fina) pero si alguien piensa en ir al baño, la frase que le sale mentalmente es esa y no otra más entrada en modales.
Bueno, el caso es que es el único lugar de la casa donde uno es realmente el rey, donde va uno a hacer lo que le sale ( y no de las narices precisamente), donde puede estar uno un ratito tranquilo aunque los niños anden por ahí dando guerra o aunque sea la hora de cenar. Ese ratito te lo respetan.
Evidentemente esto no es algo que puedan apreciar los que no tienen niños, ellos hacen lo que quieren, siempre que quieren y en cualquier parte de la casa( espero que esto no lo hagan en cualquier parte). Tampoco sirve para los que tienen niños demasiado pequeños, porque normalmente suelen acompañarte al baño sea lo que sea que vayas a hacer, en esa etapa no tienes intimidad, y ese momento pasa a ser un poquito estresante:

-Pero hijo, que la escobilla no es el cepillo del pelo,¡hombre!

-¡Ven aquí, despégate esa compresa de la frente ahora mismo!

Bueno, una vez que pasan esa etapa, y que por fin entienden que hay cosas que uno tiene que hacer solo y que además las disfruta más de esa manera, entonces es cuando el inodoro pasa de ser un simple sanitario a convertirse en el trono real.

Entonces uno tiene que aprovechar esos momentos e ir preparado para disfrutarlo a tope . Que si me llevo el móvil y tuiteo un poquito, que no habrán salido twits brillantes de esos momentos del día, que si me llevo la tableta y escribo algo; el portátil ( confesad, alguno se ha llevado el portátil al trono seguro), la novela que está en la mesilla, el periódico... y si uno va con prisas y no le da tiempo a coger nada, y luego el tema le lleva más tiempo del previsto, pues termina leyendo la composición del champú y buscando si la hidratante tiene o no parabenes y polifenoles.

Cuando uno va así de preparado corre un riesgo. Esos momentos de paz que no puedes disfrutar en ningún otro rincón de la casa te hacen perder la noción del tiempo, te hacen perder el hambre y el recuerdo de que tienes una familia ahí fuera que te está esperando y cuando te quieres dar cuenta te llaman:

-¿Sigues ahí, verdad?, no habrás tirado de la cadena y caído accidentalmente al water ¿No? . Te estamos esperando para cenar.

-Ya voy ya, es que tenía obstrucción intestinal.

Mentira podrida. Estás gozándola leyendo los últimos twits de tu colegas
o escribiendo comentarios en tus bitácoras favoritas, y mientras los tuyos, con lágrimas en los ojos del hambre que están pasando.

Dejas el aparato, coges los 4 o 5 trozos de papel que ya te vienen marcados en el rollo, y esto según el gusto, que los hay que con tres se apañan, y más de uno estará sonriendo porque sé de buena tinta que manías al respecto hay unas cuantas: que si yo soy de 6 cuadradillos y de ahí no me apeo, que si yo me lo enrosco en la mano como una momia porque con ello doblado no sé limpiarme, que si el mío tiene que ser de triple capa y ultra suave que tengo la piel sensible, en fin, que tantas preferencias como colores. Pues resulta que cuando te vas a poner de pie no puedes, se te han quedado dormidas las piernas, te ves en el espejo, sin querer claro, que uno no está en ese momento pensando en mirar sus partes traseras, sólo porque está allí el espejito, que a quién se le ocurriría ponerlo justo en frente( es imposible concentrase si estas estreñido. A ver cómo te pones a hacer fuerza con el espejo en frente. Venga caras raras. Imposible.) y ves que tienes un circulo rojo que rodea todo tu culo y que te dice que llevas allí sentado ni se sabe. Cuando entras en la cocina lo haces casi cojeando, y tienes en el trasero una anestesia que ni a un caballo.

¡Jolines, para ser un trono mira que es incómodo!
Y yo unas veces sin inspiración y otras me inspira cada cosa que asusto.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Un rockero en mi vida



Debió de ser una de las primeras caras de niño que vi. A veces me le imagino mirando a través de los barrotes de la cuna sin sospechar que le había caído encima la mayor patosa del mundo. El era mi vecino del segundo, y mis padres y los suyos amigos.
Unos años después de nacer yo, nos mudamos a 300 km de allí. No tengo idea de cuando volvimos a vernos pero gracias a que nuestros padres mantuvieron su amistad, algún fin de semana al año quedaban a mitad de camino y se juntaban las dos familias.
La verdad es que esos fines de semana siempre los esperaba ansiosamente, hasta nerviosa. Las expectativas eran siempre muy altas, luego siempre era todo infinitamente mejor de lo que había imaginado, siempre hablábamos de más cosas, dormíamos nada, nos quedábamos hablando la noche entera, hasta que a alguno de los dos le vencía el sueño. Cuando empezaban nuestras noches siempre nos decíamos, ¡pero no te duermas eh!, pero no había manera, al final, o él o yo caíamos en brazos de Morfeo.
Queríamos aprovechar siempre hasta el ultimo minuto, del día y de la noche, porque pasábamos juntos tan poquito tiempo que no se podía malgastar. No sabíamos tampoco cuando volveríamos a vernos, eso era una incógnita, quizás 6 meses o quizás un año, menos casi nunca. Durante ese tiempo y desde que cumplí los doce años nos escribíamos cartas, larguísimas, y así íbamos sabiendo el uno del otro, nuestros amores, nuestros conflictos internos, las discusiones con este o aquel amigo...

Como buen rockero y batería que es me enseñó la canción de Barón Rojo y a disfrutar de algún que otro grupo heavy(que a mi me parecía autentica música perrera) . Es de los rockeros que nunca mueren, de pelo largo y tatuajes, y que aún toca con su banda en el local, que tendrán todos el pelo blanco y seguirán quedando para tocar. Nunca le dio vergüenza llevarme con él y sus amigos, aunque yo era un poquito pijeras y desentonaba más bien un poco, POCO.

Nunca he soplado con él las velas de la tarta, no hemos tomado una copa de cava la noche de fin de año jamás, no hemos hecho muchas de las cosas que hacen los mejores amigos. Si tuviera que juntar los días que hemos pasado juntos en toda nuestra vida creo que no llegaría a dos meses, sin embargo cuando hablamos por teléfono es como si nos hubiéramos visto unos minutos antes. No conoce a mi hija pequeña, ni yo al suyo. Hace más de seis años que no nos vemos y nos separan 500 km. Aún así sé que siempre está cerca, son cosas extrañas y preciosas que tiene la amistad.
Hoy es su cumpleaños, a veces de pequeña se me olvidaba, y a él también el mío, pero a mi más veces, y unos días después me llamaba : ¡Que ha sido mi cumpleaños¡ Y fingía un pequeño enfado.
No sé cómo habríamos sido si yo hubiera seguido viviendo cerca, si hubiéramos compartido más cosas, quizá nos habríamos ido alejando y ahora sólo sería aquella vecina del cuarto patosa con la que tenía que cargar cuando era pequeño. O quizás no, tal vez habríamos compartido tartas de cumpleaños. De cualquier forma creo que no podría sentirle tan amigo como le siento.
Lo que más me gusta de él lo resumo en una anécdota. Cuando yo me casé él vino un día antes y se quedó en mi casa. El día de la boda, 15 minutos antes de salir a reunirme con mi futuro marido, R. sale de su habitación .Yo vestida de novia le miro y le digo:
-Pero, ¿Vas a ir vestido así?
Respuesta:
-Qué pasa..., me he puesto mi mejor camiseta para tu boda.
Y por eso le quiero. Porque nunca interpreta ningún personaje, siempre es él mismo, sencillo, bueno y auténtico. Y estoy segura de que se puso su camiseta favorita para el día de mi boda.
Hace mucho que no le escribo cartas, y hay costumbres que no deberían perderse.
Seguro que algún año soplaremos juntos las velas.
Feliz cumple a mi más mejor amigo que se merece lo mejor.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Todo el mundo a reflexionar.


Reflexión: Acción y efecto de reflexionar.
Reflexionar: Considerar nueva o detenidamente algo.

¿Los candidatos también reflexionan?
¿Esta jornada es para valorar la otra opción y cambiar de idea?
¿Cuántas veces durante la jornada reflexiva?
¿Y si no estaba claro, cuál considero?
¿Y si ya lo tengo claro, sigo reflexionando?

¡¡¡Pues a mí nadie me pone deberes para el fin de semana!!!

Cuidado con el calentón de cabeza, reflexiones las justas.

Feliz fin de semana.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El fiestón padre.


Desde que llegó Septiembre no paro de tener acontecimientos sociales. El otro día estuve en un megafiestón. Para empezar creí que no me dejarían entrar, por aquello de la indumentaria. En las discotecas antes no dejaban entrar con playeras o calcetines blancos. En esta ocasión en la invitación ponía : Asistir disfrazado de princesa o pirata. En talla 38 no encontré alguno por casa, y ponerme sólo un parche en el ojo como que no . O lo haces bien, o no lo haces. Al final me dejaron pasar, y ahí estuve bailando como una loca " soy una taza, una tetera, una cuchara..." desmelenada total, no sé porqué no pidieron disfraces de menaje, para ir un poquito en relación con el tema.
Después pidieron padres voluntarios para un juego, y de gancho había un regalillo para el niño. Yo estaba en la "zona bar", con los panchitos , las palomitas y el zumo de piña, un botellón como Dios manda, pero apareció la ratoncita poniendo pucheros y me tocó salir. El que organizaba el juego había dado varios cursos al mismo tiempo y confundió el de monitor de tiempo libre infantil con el de acupuntura. A dos pringadas implicadas mamas nos tenían que poner en un minuto todas las pinzas de la ropa posible . En las orejas valían 3 puntos, en la nariz dos puntos, y en el pelo 1 punto. No os digo yo donde le habría puesto a él la de 10 puntos. Gané por tres pinzas y 9 puntos, es lo que tiene tener una oreja algo más grande que la media.
Me llevé a mi casa una bolsa de chuches de Dora la Exploradora y un calentón de orejas que duró tres días. Y quien sabe si algún padre habrá colgado el video en youtube de Cris llena de pinzas hasta las orejas(literal).

A la música del top ten y los juegos sadomasoquistas se suman las conversaciones interesantes:

- Pues yo me voy a pedir la Draculaura con su novio Clawd Wolf y el centro belleza de las monster.
-La Draculaura ya la tengo. Yo me voy a pedir a Spectra Vondergeist y el Kidiminiz Kidicat

Y digo yo:
¿Donde están las peonzas, el Exin Castillos, el Cinexin y las muñecas sin liposucción y con nombres de fácil pronunciación? ¿Pero se van a enterar los Reyes Mayos de quienes son estas tiparracas? Si no salen corriendo nada más verlas vamos bien.¿ Y pueden ir juntos, centro de belleza y monster?

Luego llega la parte de la fiesta más estresante de todas: La piñata. La piñata estresa a los niños y estresa a los padres. Yo tengo que rezar para que mi peque salga viva de ahí, sin magulladuras, sin sangre, con todos sus miembros y por supuesto con alguna chuche, Si sale sin chuches la tenemos. Es que si no saca un par de caramelos y algún chicle, lo justo para que sus manitas estén rebosando, la que corre peligro de perder miembros soy yo, algún miembro y los tímpanos. Y por mucho que les preparas mentalmente y les dices ,¡no pasa naaaada, sólo son chuuuuches, tienes en casa un tarro con tres kilos que no has comido de todas las fiestas de este año, no te preocupes si no cooooges! Y ella asiente con la cabeza como diciendo, sí mami sí, no te preocupes que esta vez no la lío. Pero después de perderla de vista durante unos minutos entre la marabunta, mientras rezas tres Ave Marías y un Padre Nuestro, cuando la ves asomar la cabeza y poner una cara así como entre cordero degollado y el increíble Hulk, te das cuenta de que tu charla sirvió de poco, y que tendrás que pasar por el kiosco antes de llegar a casa.
Luego llega la parte agotadora, la del nos vamos, pero que no te vas nunca. Te despides de la mitad del personal, das las gracias por la invitación, por salir de allí con las orejas como tomates y por la rabieta gratis de tu hija. Das besos, que les vas a ver mañana en la puerta del cole pero queda bien eso de despedirse así, y cuando por fin vas a salir, la criatura ha desaparecido. Y vuelta a empezar. Después de un rato alguien te dice:
- ¡Ah! ¿pero todavía estas aquí? .
- Jo, pues ya ves, es que entre la música molona que han puesto y el masaje de orejas casi que me quedo. ¿Y la próxima para cuando?
-Pues para este viernes, y con el mismo animador.
-Me traeré las orejeras.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Asesinato en primer grado.

Tarde de Domingo. El domingo es el día tonto por excelencia. Es el día de se acabó lo bueno y empieza la rutina, el día de puf, cinco días para el viernes. Es el día con la tarde más tonta de todas. Así que como estoy en la tarde de un día así, en la hora de la siesta pero sin siesta, que mejor manera de pasar el rato que darle a las teclas, unas teclas que ya no lo son.

Mi ordenador ha dicho adiós, adiós definitivo. Ayer en mitad de un trabajo me guiñó el ojo y se quedó con él cerrado, no lo volvió a abrir. Le dije a Mimari " anda, mira a ver que tiene el ordenador que no se enciende". Error. Eso es algo que no podéis decirle a un hombre. Es como darle un reloj porque las agujas se atascan, decirle que apriete la tuerca de la rueda de la bici, que la cisterna gotea, que la caldera no prende... Son palabras que hay que evitar decirle a cualquier miembro del género masculino que tenga dos manos y la posibilidad de coger una caja de herramientas. Cualquier tarea para la que hay que coger un destornillador es mejor resolverla una misma. La combinación destornillador-hombre es peligrosa, alto voltaje, lleva a un resultado la mayoría de las veces de caos asegurado con discusión incluida.
Bueno, el caso es que ahí se puso, con toda su buena voluntad y murmurando entre dientes, cosas como quehabrashechosiempreestasigual. Yo ahí con cara de buena, porque ya intuía que la cosa estaba difícil de resolver, que lo había intentado antes de despertarle pero el tema se veía venir complicado, y la tecnología y yo lo justito. Y sí, sí , le desperté, que ya llevaba yo una hora dándole al botón de encendido y apagado y que si quieres ( es a lo más que me atrevo cuando el ordenador se enfada, por si acaso). Por supuesto que no puedes despertar a tu chico diciéndole de repente eso: " despierta, el ordenador no funciona". No. Mal. Hay que ir poco a poco: "Cari, que llevo una hora levantada y me aburro sin ti.¿Desayunamos juntos?Por cierto, si te apetece, échale un vistazo al ordenador".
Y oyes un "ya", con rintintín, como un "ya,ya..." pero un poco más borde, que quiere decir, "ya me extrañaba a mi que me hubieras esperado para desayunar".

Bueno, el caso es que yo me puse a otra cosa mariposa y ahí le dejé manipulando el cacharro. De vez en cuando le oía decir, "ya sé lo que es", pero luego decía , "ah pues no", y así mientras yo iba, y venía, que si los deberes del cole, que si una llamadita a mi hermano, que si pum y que si pam, hasta que miro la hora y veo que se nos está echando la mañana encima, tenemos partido de baloncesto y no nos hemos ni vestido, así que empiezo a gritar como una loca,¡Venga, todos a vestirse, nos vamos que es tarde" y cual es mi sorpresa cuando entro y veo a mi chico con la lengua fuera, 45 tornillos encima de la mesa y algo similar a esto pero revuelto( que no estuve lista y tenía que haberle hecho una foto).



Y me dice:
-Cariño, creo que el ordenador ha muerto.

-¿Que ha muerto? Lo que no sé es si la autopsia ha sido antes o después de su muerte.

Y luego vino la confesión. Los ordenadores portátiles tienen un defecto, que se pueden portar, es decir llevar y traer de un sitio a otro, y eso conlleva unos riesgos. Las pantallas con culo de televisor y CPU no se podían mover ni para quitar el polvo asi que no se caen.
Pues sí, se me cayó unos días antes, pero los milagros existen, y Mimari es como Mcgiber así que pensé que tendría solución. Pero va a ser que no.

martes, 8 de noviembre de 2011

Un guapo entre los guapos.


Cuando yo era pequeña se me parecía a Rock Hudson.Veía películas de él, miraba luego el sofá y pensaba, ¡Cómo se parecen!.
Es una pena que no pueda comprobar hoy si el parecido se mantendría a pesar de los años.
Desde que se jubiló emplea su tiempo libre básicamente en dos cosas, leer y hacer estanterías. Ahora lee, ahora coge el taladro, y vuelta a leer, y así sucesivamente. Yo tengo el trastero lleno de estupendas estanterías "organizatodo", y algún rincón de mi casa también. Mi hermano tiene su trastero lleno de estanterías y cuando le vio amenazando su casa le quito el taladro. La sala de lectura donde se sienta cada mañana muy temprano a leer, es una estantería, ya no caben más , pero tampoco más libros y sigue saliendo de cada librería en la que entra con una media de entre tres y cinco libros. Mi madre amenaza con abandonar su casa si el monstruo devora libros vuelve a la carga con el taladro. Y la cosa pinta mal.
Es un hombre de poco discurso, de palabras las justas, de inculcar valores predicando con el ejemplo, porque eso es lo que ha hecho siempre. Si aprendimos a ser honestos fue porque vimos la honestidad en él, si aprendimos buenos modales fue porque le vimos sujetar la puerta a nuestros mayores, si aprendimos a ser agradecidos fue porque él siempre dio las gracias, si tenemos buenos amigos es porque le vemos cuidar a los suyos, si somos solidarios es porque él ayuda cuando lo necesitan, si somos trabajadores es porque le vimos hacer horas extras para poder cada sábado tomar un pincho y un mosto, o ir de vacaciones a la playa, o salir los domingos a comer fuera.
Disfruta con una buena comida, podría decir que es con lo que más disfruta, y si es en familia mejor todavía, y si es barata llega al éxtasis total . Le gusta el buen vino, el regular también lo bebe, que no hay que hacer ascos a nada. Si además hay una buena sobremesa , de charlas y risas, la suya es la que más se oye, campechana y sincera.
Es de los que prefiere vivir poco , pero hacerlo bien y disfrutando , y si estás mal pues a una vida mejor, que esa suerte tiene él , la de creer en ella. Es de esas personas que da más importancia a lo que cada ser humano lleva dentro , que lo de fuera se lo comerán los gusanos .
Siempre de buen humor, y seguro que tuvo sus malos momentos, pero no se le notaban. Silbando y cantando cada domingo por la mañana canciones que sólo le he oído a él. Nunca se llevó los problemas del trabajo a casa, al menos no de forma que le afectara al carácter y nos hiciera ver algo distinto en él. Ahora que soy mayor sé que los hubo , y también sé lo difícil que es a veces mantener el tipo delante de los niños para que parezca que todo va bien.
Si me dicen que es una persona que nunca se aburre, incluso sin hacer nada y en momentos de estar mirando a Babia, si además me cuentan que disfruta de las pequeñas cosas y de las grandes, si oigo que es optimista y positivo, y si me dicen que me parezco a él, entonces es que sólo pueden estar hablando de mi padre.
Ojalá mis hijas dentro de unos años lean esto y vean en cada cosa aquí escrita que es verdad, que me parezco a él.
Felicidades papá.

sábado, 5 de noviembre de 2011

El médico de mi corazón.

Mi médico es la caña. Sí, es otra historia de médicos pero es lo que tiene el otoño, que con la caída de las hojas viene también la caída de los mocos, los virus, que los hay para todos los gustos y colores porque hoy en día todo lo provocan los virus, y las revisiones anuales periódicas, que también tienen su hueco en esta época del año.
Bueno, yo elegí a mi médico porque también es pediatra y así mato siempre dos pájaros de un tiro. Además no tiene aires de médico. Que no se me ofendan los del sector pero hay algunos médicos que tienen ese aire de ir salvando vidas por el mundo, y digo yo que seguro que muchos lo hacen, pero otros, pues no es para tanto. Mi médico es un tipo campechano, como de huerta, tan de huerta que su diagnostico el otro día por un horroroso catarro fue decirme que estaba como una lechuga.

-¿Y además ecológica claro?- le dije yo.
-No tienes nada hija, que quieres que te diga.
-Bueno, pues nada, mira mis análisis. Están bien salvo lo de siempre, el colesterol.

Mi colesterol es una guerra perdida. Lo tengo alto desde que empecé a hacerme análisis hace un porrón de años. No como casi nada de lo que provoca colesterol ( uno peca alguna vez que otra, no soy perfecta) y hago deporte, pero nada, nos hemos cogido cariño y no nos abandonamos. Es de esas pocas cosas mías, mías de verdad, ni del banco, ni de la empresa. No creo que nadie sea capaz de separarnos, se admiten apuestas.

-Un poco alto está pero no es para preocupar. No dejes de hacer deporte, tienes el HDL alto, (ese es el bueno) y eso te salvará de un infarto.
-Jo , qué bien.
-De mayor te morirás de un ictus, pero del infarto te libras.
- ¿En serio?, ¡ Jopelines, vamos a celebrarlo!

Así que voy a disfrutar del fin de semana, y de cada minuto, y de cada segundo.Que nunca se sabe.

jueves, 3 de noviembre de 2011

No todos los seres humanos, son humanos.


Javier Múgica, padre, esposo, fotógrafo, conductor de autobuses y concejal de UPN.

“En este país, somos muchos los que estamos presos, entre las rejas del miedo. Por eso pedimos libertad de expresión para todos. Pedimos libertad para vivir donde queramos. Pedimos que nos respeten el derecho a la vida. Pedimos que nos dejen vivir… en paz” (Palabras de José Javier Múgica).

¿Era pedir mucho? Han sido demasiadas vidas lo que nos ha costado llegar a tener una esperanza real del fin del terrorismo. Soy escéptica al respecto, pero algo es algo.


Mientras la viuda del concejal de UPN Javier Múgica, relata entre lloros como vio a su marido arder frente a su casa, uno de los asesinos se mira las uñas con absoluto desprecio.
Me gustaría que todos mis deseos hacia estos asesinos se cumplieran, y que mientras, los que estamos al otro lado, nos mirásemos las uñas.
No se cumplirán porque no somos como ellos, aunque a veces lo desearía. Soy humana.