martes, 21 de junio de 2011

Tan fácil y tan difícil.



-¿Vienes a la despedida de soltera de mi prima la alemana?
" Ostras , que marrón, si no conozco a nadie , qué pinto yo allí."
-Mmm , bueno , vale .
-Oye, los de marketing organizan un torneo de petanca , te apunto ¿No?
" Jope,de petanca nada menos ,que me apetece un carajo."
-Mmm , bueno ,si hace falta gente , vale.
-Que digo yo , que como te gusta cocinar y te sale todo tan rico , que prepares tú las tortillas del cumpleaños.
" Si claro , no tengo más que hacer, no te fastidia."
-¿Cuantas hago?
Creo que no podría contar con los dedos (ni poniendo los de los pies) las veces que he dicho sí cuando quería decir no y dicen que eso te crea un mal rollo que no veas, que hasta te resta autoestima, y no sé si eso será verdad (que seguro que lo es ) pero a mí me ponía de muy mal humor, pensando que tenía que hacer algo que no me apetecía nada de nada, y preguntando en voz baja a mi subconsciente cobarde por qué no había dicho no. Hasta que un día no muy lejano se me hincharon las narices, literalmente , así en plan búfalo, y me dije : ¡pues ya vale, anda que no tengo obligaciones ,con la de cosas que tengo que hacer a lo largo del día porque no me queda más remedio que hacerlas, como para tener que hacer otras, que pudiendo eludir , no lo hago ,se acabó !
Así que empecé a decir no, una palabra tan corta, tan fácil de pronunciar y tan difícil de decir , que además requiere mucha meditación antes de ser salir al exterior , porque son muchas las cosas que piensas antes de decirlas.
-¿Te vienes a tomar una cerveza el viernes?
"El viernes…, que mal ,con lo que me gusta el viernes estar en casa , de tranqui , peliculita , copita de vino , pijama...,pero si digo que no pensarán que soy una rancia ,siempre igual ,que no voy a ninguna parte , que siempre digo que no , pero es que no me apetece ;si decido ir me arrepentiré , me cabrearé y estaré de mal humor , y encima mi ego se resentirá , me bajarà la autoestima , que lo he leído yo no sé donde , me enfadaré conmigo misma y pensaré que qué poca personalidad tengo".
-No puedo , tengo planes .
Y así es como encontré mis palabras mágicas para decir no .
¡NO! , TENGO PLANES .
Es verdad que no siempre me sale a la primera , y que no resulta igual de fácil decírselo a todo el mundo . La semana pasada sin ir más lejos me invitaron a algo , no voy a decir qué para no dar muchas pistas , la verdad es que me gustaba el plan y la compañía era estupenda pero llevaba dos días sin ir al gimnasio (parece obsesivo pero no ir me cambia el humor y la cintura , y además allí me lo paso genial) asi que simplemente opte por lo que más me apetecía , pero no supe decir no , busqué una excusa barata , una verdad a medias , algo que tenía que hacer aunque podía haber esperado y lo puse como prioritario.
¿Hacía falta hacer eso? , pues no , creo que si le hubiese explicado mis motivos habría dicho simplemente un "ok,no problem” , que suele decir , pero a veces , a pesar de llevar años de práctica , aún no resulta fácil .
Por eso os pido , que como mi frase mágica abarca todo tipo de planes , desde los laborales hasta los lúdicos , los familiares o los solitarios , los preparados con premeditación o los improvisados , cuando me oigáis decir " no puedo , tengo planes " , mejor no preguntéis , puede ser que mi súper plan para ese día sea hacerme un cubo de palomitas para ver Rapunzel , pintarme las uñas de naranja o tumbarme en la cama a mirar el techo y contar los granos del gotelé . Quizá a todo el mundo no le guste mi respuesta, pero será lo que me apetezca hacer ese día y aunque parezca otra cosa , me habrá costado mi ratito decir no .

1 comentario:

  1. Cuando trabajaba en el hospital cambiaba bastantes guardias y fines de semana porque me lo pedían, sabiendo que yo no era capaz de decir NO, a pesar de que me viniera como el culo. En una ocasión, yendo en coche con mi hija, iba jurando en arameo entre dientes porque a causa de uno de esos cambios, yo me perdería, una vez más,una reunión familiar, de esas a las que te apetece ir. La niña, que iba canturreando y "a su bola", aparentemente, de repente soltó: "mamá, tienes que aprender a decir NO. No pasa nada..." Me quedé un tanto estupefacta y pensé que ella, con siete años, era mucho más inteligente que su madre, a Dios gracias :)... Sus sencillas palabras eran de una lógica y madurez aplastantes.
    Desde entonces digo sí a lo que realmente quiero y NO sin tantos remilgos ni remordimientos :)

    Es imposible agradar a todo el mundo. A medida que te vas haciendo mayor te das cuenta de ello, y además, te importa "un carajo" que sea así (que no gustes a tos, jejeje).
    Un besote!

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