jueves, 2 de junio de 2011

Bendita imperfección .



Nunca me he considerado especialmente guapa , tampoco fea , ni alta ni baja ni gorda ni flaca , normal en todo , del montón . Ahora me miro en el espejo y me siento bien , estupenda diría yo ( desgra - ciadamente no tengo abuelas ) pero eso sí , sigo en el montón.
Cuando era adolescente no tenía complejos, alguna manía al vestir pero poco más, y no es que no tuviera "defectillos" como para que los complejos no se instalaran en mi, pero supongo que eso es más una cuestión mental que un reflejo del espejo. De pequeña no me caracterizaba por mi gracilidad , estaba más bien entradita en kilos así que la rapidez y la agilidad no eran mi fuerte . Esto hacía que en el patio del cole, a la hora de elegir a los miembros del equipo blanco y del equipo azul para cualquier juego, yo me quedara hasta el final , esperando ser elegida y pensando “ que me cojan a mí, que me cojan a mí " , hasta que por fin veía la cara de resignación del líder del equipo al ver que tenía que cargar con la “rapidilla " de la clase. La verdad es que aunque me hubiera encantado formar parte de los primeros elegidos, no recuerdo que me importara demasiado .
A medida que fui creciendo me di cuenta de que incluso mis defectos eran imperfectos . Mi oreja izquierda se quedó bien pegadita a la cabeza mientras que la derecha decidió independizarse , y no sólo eso , se dio un tratamiento de queratina que la dejó lisa como un pétalo de rosa , así que tengo una oreja casera y la otra libertina y sin forma . Esto ocasionaba también alguna que otra mofa del tipo , “ aba - nícame que tú puedes " , " dumbita no puede volar ” , en fin , no recuerdo ahora ninguna más , pero seguro que las había.
Todo esto no me creo grandes traumas , ni si quiera pequeños , me ha dejado la mella suficiente como para que ahora lo recuerde y lo cuente pero nada más , nunca he dejado de comer por estar delgada , ni he dejado de hacerme coletas para esconder mis orejas , me da igual . Creo que en casa me sentía tan querida y valorada , que lo desagradable que me ocurriera fuera , carecía de importancia .
Ahora miro a mis hijas , para mí son los seres más bonitos del planeta , yo diría que las niñas más guapas del mundo
( opinión cien por cien objetiva que tienen todas las madres sobre sus hijos ) , y una de ellas ha mejorado la raza y guarda una perfecta simetría en sus orejas , las dos han decidido independizarse . Este invierno en una visita al pediatra , no el suyo habitual , un suplente , con cierta discreción me preguntó al entrar en la consulta si alguna vez le habían mirado las orejas a mi hija ( se refería a un médico claro) . La verdad es que no entendí muy bien la pregunta pero el continuó explicándome que ahora la seguridad social cubre la cirugía plástica de las orejas en los niños, y que claro , los niños son crueles y luego vienen los complejos y los traumas .
Me quedé un rato en silencio. No es que estuviera estupefacta después de lo que me había dicho, vivimos en un mundo tal que ya hay pocas cosas que nos extrañen . Tampoco es que me sentara mal y estuviera pensando darle un par de collejas al buen doctor , que no , que yo sé que su obligación es informar y lo hizo de buena fe , pero pensé
¿ en qué clase de sociedad vivimos , que cubre una cirugía plástica para un niño , pero le deja sufrir por un dolor de muelas ? , que si no tienes dinero, no puedes tener una boca sana , pero eso sí, no te preocupes que tus orejas serán perfectas , ¿ perfectas ? , pues señores míos , resulta que la perfección y la belleza son conceptos subjetivos , y el dolor de muelas es lo más objetivo que hay.
Si alguna vez mis hijas entran en un quirófano será por una cuestión vital o porque ellas, en su madurez y con su buen juicio lo deciden , y muy a mi pesar comulgaré con ruedas de molino ( y tragaré aunque no me guste, porque mira que suena esto desagradable ) y las apoyaré y acompañaré si me lo piden.
Mientras tanto las diré cada día y mil veces si hace falta , que las quiero , que la belleza emana de dentro a fuera , que está en los ojos del que mira y en la mente de cada uno , que los defectos , cuando son aceptados, nos hacen diferentes y únicos , que sólo siendo auténtico y bueno es como uno se gusta y se quiere . Intentaré que se sientan tan valoradas, que algún día mirándose al espejo , y viéndose guapas o feas altas o bajas , gordas o flacas , se vean y se sientan estupendas.

1 comentario:

  1. Pues te comentaré varias cosas:
    1)Te considero una tía glamurosa y elegante, con una presencia fetén, y para nada "del montón", como tú dices (todo lo contrario, estás estupendísima y eres la envidia de muchas :)).
    2)Tus hijas con igualmente preciosas, y ésta es una opinión totalmente objetiva.
    3)La manera en que has enfrentado y enfrentas las cuestiones estéticas y sus influencias sobre el desarrollo mental tuyo y de tus pequeñas, me parece el más apropiado. Eso de que la belleza está en el interior es algo que debemos enseñarles a los niños desde que tienen uso de razón, así como el respeto y la tolerancia hacia todo ser humano, por encima de cualquier condición física, religiosa, de raza, etc... Creo que si los niños son crueles es porque repiten las conductas que ven en los adultos. Mientras no veamos eso y seamos conscientes de que todo aquello que hacemos o decimos tiene una influencia bárbara sobre nuestros hijos, la intolerancia y la intransigencia seguirán campando a sus anchas en esta sociedad.

    Por cierto, la película Bella y bestia es la favorita de mi hija... y me encanta!
    Un beso.

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