martes, 25 de octubre de 2011
Disfraces de muy mujer.
Las Navidades pasadas me dio por ponerme unos pestañones postizos. Pues sí, que tenía yo ganas de verme diferente y como por el quirófano no pienso pasar salvo que tenga el apéndice a reventar pues me dije, hala, a ver que me hago para estar más guapa si es posible pero sin que se note que me he hecho algo.
Me fui a una peluquería colombiana que me recomendó una amiga, también colombiana.
Me trataron como a una reina. Ya de paso me hice la manicura claro, así que tenía una chica en mis manos, y otra en mi cara. Marquesita total. Reconozco que la pedicura me dio vergüenza pedirla, que tener tres personas manipulándome para dejarme hecha un bellezón ya me parecía demasiado, que no soy la Lomana.
-Hola mi amor, tenías hora?
-Si, venía a hacerme una manicura y a ponerme pestañas.
-¿Medias o enteras mi amor?
-Pues..., no sé.-que si digo medias lo mismo me dejan la mitad del ojo a la birulé.
-Te explico mi amor. Si son medias, es de la mitad del ojo hacia fuera, que quedan como más naturales.
-Ah, pues esas, esas, yo natural azucarado.
-Pasa y siéntate guapa.
Y ahí que estuve de reinona total durante dos horas, y cuando terminaron pues casi me da un infarto .¡Que pasada!, lo que hacen cuatro pelillos de ná, que estamos todo el día quitándonos pelos de aquí y de allá y donde tienen que crecer, pues nada, que no crecen, ¡Qué mal repartido el cuerpo leches!
Y esto lo cuento para avisar a los pobrecitos incautos como mi gran amigo J. Que se aventura en la noche a buscar alguien que le de calor humano en su lecho, preferiblemente del sexo femenino, y no sabe que las mujeres pueden disfrazarse de tías buenas. Que si me pongo pestañas postizas, unas extensiones en el pelo para dar volumen y de repente tengo la mejor melena Pantene del mundo, un wonderbra que con la 85 no voy a ninguna parte, una faja reductora que me quita las agarraderas del amor y además con efecto push-up en el culete(las venden en el Corte inglés, que las he visto yo), unas lentillas color verde, que hoy me apetece parecerme a la Jolie , me pongo el vestido negro ajustado y corto y hala, a engañar a algún pardillo.
Y luego llega el pardillo, se la lleva a casa, se lo pasa un ratillo bien, o no, que nunca se sabe, y por la mañana cuando abre el ojo le da un sincope patatero porque no sabe si se llevó a casa a la morena de pelo largo y ojos verdes o a la prima.
Los hombres para eso tienen menos recursos. Pueden engañar con el color de ojos y poco más. Las mentiras de ellos van más allá de lo estético y requiere tener unas habilidades mentales que no todos poseen. Matizo, que pocos poseen. Tienen que ser ocurrentes, chisposos, ser inteligentes y parecerlo, y además no caer en la vulgaridad y estar por encima de la media, ¿en qué?, pues por si acaso, en todo.
Para todo esto no se vende nada en el corte inglés, es una puñeta.
Pero vamos, que yo no quería hablar de las relaciones hombre-mujer, sólo quería contar mi experiencia con las pestañas. Porque luego vino la segunda parte, te las pegan con un pegamento especial y te dicen que no te mojes los ojos.
¡Anda mira, que voy a ir con unas pestañas de infarto y los ojos llenos de legañas!
Así que me pasé las Navidades duchándome con las gafas de bucear, sí, sí, habéis leído bien, y después con un dedillo me quitaba con cuidadito las legañas. Esto duró una semana, hasta que acabé hasta el gorro de las pestañas, que tan pegadas estaban que no se caían ni a tiros, así que empecé a frotármelas con aceite de oliva, que me dijeron que no se me ocurriera tirar de ellas porque podía arrancarme hasta los párpados.
Ese pegamento es mejor que suplerglu, porque ni aceite de oliva, ni de almendras, ni agua caliente, ni estropajo. Ahí seguían mis pestañones invencibles a todas mis atrocidades, hasta que un día al salir de una clase en el gimnasio ( el sudor hace milagros) llego al vestuario y tenía medio ojo caído. Claro, no era el ojo, pero esa sensación daba porque se me habían despegado la mitad de las pestañas y se habían quedado colgando. Esto en invierno, sin gafas de sol y en un lugar público, a las famosas no las pasa esto.
Me puse delante del espejo y empecé a tirar pero el párpado se me venía encima y pensé que mejor era tener unas pestañas raras que un ojo sin párpado así que tras unos días de frotar incansablemente con aceite ,y de ir haciendo un poco el ridículo, volví a la normalidad.
Lo peor además es que luego vuelves a tu tamaño normal y no mola nada. Debe de ser como cuando te pones una 100 y se te explotan en el avión. Creo que el wonderbra da menos problemas.
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andaba ya buscando dónde hacerme tamaña maravilla cuando he llegado al final y no se, no sé.
ResponderEliminarbesos
¡¡¡Qué bueno!!! Sorry, ya sé que para ti fue una puñeta. Joer, al principio estaba leyendo, y me estabas dando envidia tremenda, estaba por ir a que me pusieran unas, aunque visto el final de tu historia mejor me lo pienso... unas dos mil veces.
ResponderEliminarComo las hojas en otoño, todo se acaba desprendiendo de la rama...
ResponderEliminarTengo una amiga (aquí puede decirse eso sin dar a entender que me pasa a mí jeje) que utiliza unas de quita-y-pon. Tiene las pestañitas muy finas y cuando se pone las postizas no parece la misma. Bueno, es que además usa lentillas de color a la vez. Todo un disfraz.
xD
besos
Cris te he visionado en la ducha con las gafas de buceo puestas y las pestañas de limpiaparabrisas... ¡mundial!
ResponderEliminarCreo que me restauraré con lo de siempre, máscara voluminosa, sombritas de ojos, etc.
besos
Me divertido un rato con tu relato. A mi han pasado cosas asombrosas tambien, con pestaña postizas. una ves me puse de las individuales, y se me cayeron muchas de las mias, jiij! Te comprendo! Un abraXo
ResponderEliminarEs divertido :D aunque también suena muy esclavo, no sé si merecerá tanto la pena, al final cada uno es como es. Nosotros no tenemos tanta opción, cierto es...espero que no tenga que recurrir a ellas, de momento no me quejo de mí mismo en exceso. Y al final, lo que uno acaba buscando no es esa perfección mentirosa, y si lo haces, sabes los riesgos. Nazin mor xD
ResponderEliminarUn saludo :)
Pilar,animate,quedan muy bonitas,aunque un buen rímel se quita mejor.
ResponderEliminarDra.Anchoa,pues yo creo que por ver el cambio merece la pena,porque es realmente increíble lomque hacen 4 pelillos de nada.
Raindrop,le voy a decir a tu amiga que me enseñe a ponerme unas de esas.Yo no tengo maña,soy una torpona.
Sory,lo de las gafas era de traca,pero hija,había que amortizar la inversión que me costaron 40 euros.
Marilyn,lo que hace una por estar guapa hija,quedarse sin pestañas.Yo despues también creía que tenía menos pestañas,pero claro,era el efecto de verme sin las de tamaño súper.
Explorador,my exclavo y total para qué.Lo mejor,lo que tú dices,gustarse como uno es y punto. Hay que aprender a quererse y así nos vemos requeteguapos.
Gracias a todos por estar ahí.Mira,que me ha entrado una vena de cariño 2.0
La verdad es que no te puedes fiar de las apariencias, y más por la noche, y más de fiesta, y más si tomas unas copas.
ResponderEliminarDoy fe.
Besos.
"De noche todos los gatos son pardos" me decía mi padre sin saber yo muy bien por qué, hasta un maldito amanecer. Un post muy bueno, tiene de todo. Se hace breve.
ResponderEliminarUn saludo.
Me temo que no puedo opinar mucho sobre el tema...no tengo experiencia en disfraces de muy mujer....pero recuerdo que una vez me disfracé de Indio en carnavales, me quedaba genial..y es que siempre se me dió muy bien hacer el indio, o al menos eso siempre ha dicho mi santa madre.
ResponderEliminarUn beso Cris.
Muy Diver...como dirían algunas..jhejej, muy bueno, como diría yo..jeje, un beso desde Murcia...seguimos..
ResponderEliminarpero que bien escribes. Me he reido mucho, y que suerte tenemos los tios de de que no haya tantas cosas para nosotros,aunque ya conozco a alguno que se ponía guata hay delante y triunfaba por lo menos vestido
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