sábado, 7 de mayo de 2011

Mis inútiles objetivos.

Cuento hasta tres y le doy a "publicar entrada" , y ya está , un mes de incertidumbre , de darle vueltas a esto , que si lo hago que si no , que si seré capaz de darle continuidad , que si seré lo bastante buena , que si de verdad tengo tantas cosas que contar…, bueno pues al fin vamos a comprobarlo .
Dejo ya de escribir bocetos , y por fin me atrevo a darle a las teclas del ordenador , porque yo soy de las clásicas , de las que lleva una libretita de los chinos y un bic para apuntar todo lo que se me ocurre en cualquier momento ( va a ser mi cumple , me van a regalar un ipad y adiós a la libreta , bueno , no sé , uno tiene sus manías ... ).
Cuando empecé a pensar en abrir un blog , al principio no se lo conté a nadie . Me parecía demasiado pretencioso . Hay unos blogs tan buenos , con tanta chispa , siempre algo interesante que contar , que me parecía que no sería lo bastante buena, que lo que yo contara no tendría mucho interés , y además, sin tiempo que dedicarle. Excusas . Lo que si me veía , y finalmente me animó , fue la motivación necesaria para hacerlo , y muchas de las cosas que creo que se consiguen en la vida , se hacen sólo porque se tiene la motivación que hace falta para ir a por ellas . Así que aquí estoy , con poco tiempo , ningún tema concreto a tratar , y mucha , mucha motivación .
Hace algunos meses me puse un objetivo , lo cierto es que es una chorrada de objetivo . Cuando oyes a la gente hablar de sus objetivos , en fin , que si logros profesionales , que si hablar inglés estupendamente , bueno , cosas útiles , que valen para la vida.
Yo en lo de ponerme objetivos siempre he sido un desastre . Cuando en alguna entrevista de trabajo me han preguntado cuales son mis objetivos en la vida , que digo yo que porqué hacen este tipo de preguntas , así , sencillitas . Es que te quedas de un aire , con una cara de tonto que " paqué", y tú pensando , a ver qué le digo yo a este ahora , que no me vuelve a llamar en la vida.
Bueno , volvamos a mi objetivo , que a mí , aunque inútil , me parecía estupendo . Yo quería que me gustara correr , no quería correr y hacer los 1000 metros en 20 segundos , noooo , yo quería el más difícil todavía , disfrutar corriendo . Me daba una envidia horrorosa ver a la gente correr (no sé cómo puede dar envidia algo con lo que se sufre tanto) así que ese fue el objetivo de este año .
Empecé poco a poco, como es lógico 10 Km el primer día no tenía intención de hacer , y para empezar lo hice en la cinta del gimnasio, que no es tan duro como correr en la calle, al menos tienes siempre la misma inclinación de suelo , el mismo ritmo.... Lo más que yo había corrido en mi vida había sido para coger el metro , la cinta me daba pánico sólo mirarla . Me parecía una máquina endiablada y pensaba que al ponerme encima , aquello iba a empezar a rodar a toda pastilla dejándome empotrada en la ventana . Gracias a los fabricantes que piensan en todo , estos artilugios tienen velocidades y aquello empieza al ritmo de la tortuga por lo que no di ningún espectáculo a todos los que detrás pedalean en bici .
Bueno , no recuerdo qué fue lo primero que sentí , porque no sentía nada , sólo quería bajar , y yo me decía , pero qué necesidad tengo yo de esto , ¿ porque quiero que me duelan las rodillas , la cadera, la faringe ? , si me ahogo , que me estoy ahogando !
Y sigo viva , no me ahogué , aquello duro sólo unos minutos , quizá tres o cuatro , interminables eso sí , pero poco a poco vas cogiendo el ritmillo y dices , bueno parece que puedo , no es tan grave , y cuando ya parece que vas cogiendo el tranquillo y te crees capaz de correr la San Silvestre Vallecana , miras a los corredores que tienes al lado , así con cuidado , no sea que te la pegues, y ves que vas como los caracoles , y dices , bueno , pues aumento un poco la velocidad...!!!
Ay ilusa ! entonces es cuando te ahogas de verdad , y tienes que parar , no sea que te de un infarto y la líes el primer día .
Esto se repitió a lo largo de semanas , pero poco a poco vas aumentando la distancia y te picas contigo mismo , porque si algo bueno tiene correr es que lo que vas logrando , el progreso que haces cada día es algo que se debe sólo a tu esfuerzo , y cuya motivación viene únicamente de ti . Uno se puede levantar a las 6 de la mañana con un esfuerzo horroroso para ir a un trabajo que puede gustarle o no , pero lo hace porque al final le pagan (si no de qué), te pasas un rato pelando patatas , friéndolas a fueguito lento , bates los huevos , y todo para comerte una tortilla casera , vamos , que cada cosa que hacemos , y que nos supone un esfuerzo por pequeño que sea , la hacemos casi siempre por algo.
Correr en una cinta , que no te lleva a ninguna parte ( no cuentan las de la T4, que cuando se llega con el tiempo justo al embarque, hay que ver que carreras...), necesita de una motivación interna, un "hoy mejoro mi tiempo ", o "sólo 1 km más que ayer ", y así , sin darte cuenta alcanzas los tres km , y luego los seis , y más contento que unas castañuelas no te das palmaditas en la espalda porque no alcanzas con el brazo que si no...
El caso es que después de estos meses de entrenamiento llegaron las vacaciones de semana santa , y allí estaba yo , en la playa ,dispuesta a hacer todo el paseo marítimo corriendo y a decir : “¡ Mira como corro ! “, y me dije, bueno, llego hasta el final ( que eran 4 Km ), y me vuelvo andando disfrutando del paisaje ; y llegué al final , pero todavía hay más , me di la vuelta y seguí corriendo , ¡¡ QUE SEGUI CORRIENDO !!, y cuando me había hecho los 4 km de vuelta, habría seguido, igual que Forres Gump, por toda la costa , corre que te corre " Mira, la tía esa pirada que le ha dado por correr ", y así en Murcia, en Málaga... pero lo mejor de todo no fue la distancia, lo mejor de todo es que disfruté, disfruté como una loca, me lo pasé genial , me olvidé de que me dolía la cadera, y de que mis rodillas iban diciendo ¡ basta asesina , párate ya! Disfruté de mi esfuerzo, de pensar que ya no me daría envidia ver correr, disfruté de haber conseguido mi objetivo .
Una amiga me preguntaba el otro día como había hecho para que me gustara correr . La verdad es que no lo sé.
Creo que cada persona tiene una combinación de diferentes variables que hacen que sus objetivos se cumplan , motivación y esfuerzo, perseverancia , ilusión, seguridad…, quizá todas juntas a la vez, o tal vez con un par ( de variables quiero decir ) sea suficiente. Lo que sí es seguro , es que para lograrlo , hay que tener clara cuál es la meta , qué es lo que quieres lograr , no perder de vista el objetivo e ir a por él aunque te de miedo . Atreverte a perseguir lo que quieres . Asusta pensar que tal vez no lo consigas, que no seas lo bastante bueno, pero asusta más pensar que no tuviste el valor de intentarlo.
El camino para llegar hasta el final se va haciendo poco a poco , a veces sin saber ni si quiera cómo , pero van apareciendo recursos y oportunidades , cumpliéndose pequeñitos objetivos entre medias para que el recorrido no se te haga demasiado largo , e incluso aunque no se consiga lo que en un principio se pretendía , sólo el esfuerzo de haber ido a por ello habrá merecido la pena y resultará tan enriquecedor como para que uno se sienta satisfecho.
Ahora empiezo a andar por nuevos caminos , tengo nuevos objetivos , más difíciles que el anterior , ahora no sólo pretendo disfrutar yo , quiero que disfruten conmigo . Voy a hacerlo de la misma manera , poco a poco , con la misma ilusión que el primer día que empecé a correr , con la misma motivación y el mismo esfuerzo .
Lo que sí puedo asegurar es que no resulta tan doloroso, ni peligroso, como la cinta del gimnasio.

Hamelin.

1 comentario:

  1. Gracias por compartir tu ilusión, tus sueños y tus logros, sigue así; yo me voy a aplicar el cuento, porque siguiendo a Hamelin seguro que llego a conseguir los míos.

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